La formación de los quiroprácticos es universitaria, equivalente a una licenciatura en España. La carrera de quiropráctica tiene una duración de seis a siete años académicos, lo que equivale a unas 5.500 horas lectivas.
La formación del Doctor en quiropráctica le capacita para ejercer como facultativo de atención primaria, pudiendo diagnosticar, consultar o determinar si el paciente debe seguir tratamiento médico en vez de o al mismo tiempo que quiropráctico, y en su caso referirle a otros facultativos.
Para asegurar la uniformidad de la enseñanza y la calidad de la educación impartida en todas las instituciones acreditadas para impartir la licenciatura en quiropráctica se han creado los Consejos Acreditativos, que supervisan los planes de estudios e inspeccionan las universidades que las imparten.
En Europa funciona el Consejo Europeo de Educación Quiropráctica, que homologa los planes de estudios, controla las asignaturas que se imparten (teóricas y prácticas) y el número de créditos, y reconoce los títulos que expiden estas universidades. En un ámbito internacional, el Consejo de Educación Quiropráctica establece los estándares educativos para la profesión.
En EEUU una vez licenciado como Doctor en Quiropráctica, el profesional tiene que aprobar unos exámenes nacionales y estatales para poder ejercer en el estado donde desea trabajar. Además a lo largo de su carrera y para mantener vigente su titulación, el quiropráctico debe seguir una formación postgrado cada año para mantenerse al día sobre los avances.
Esto también se exige en otros continentes donde se ejerce la quiropráctica, incluyendo Europa.